Hace años que elegi un circuito de mi barrio para hacer mi caminata
absolutamente necesaria para limpiar mi mente y mi espiritu favoreciendo
tambien al cuerpo.
Adoro perderme entre esas calles alejadas del bullicio y la gente para respirar un poco.
Pasaba siempre por una vereda hecha por los vecinos llena del sabor de
antaño , una baldosa de cada dibujo y color que disparó en mi mil imagenes..
Escenas de un barrio que no vi, otra gente, otros sonidos, olores, usos y costumbres que han quedados impresos en estos objetos , mudos centinelas de un tiempo que no está pero vive en ellos..
Hoy pasé...
Y ya no está...
El mal llamado progreso se llevó las baldosas de colores vaya a saber
donde, hizo una carpeta de cemento de esas que te hacen sangrar cuando
te caes y yo siento que la mistica del barrio se va perdiendo...
Ahi
está la mano del tano inmigrante que quizas la puso, no en los barcitos
pseudos tangueros del barrio para atraer al turismo..
Esa es mi
diferencia y hoy me siento un poco mas triste que ayer cuando ya temia
que alguna vez alguien se las iba a llevar dejandome un poco
mas huérfana de historia
sábado, 30 de julio de 2016
sábado, 9 de abril de 2016
Fluyendo...
Viendo como de a poco las veredas se tiñen de oro...
Lentamente en cada árbol, hay reflejos dorados y ocres..
Es como que cada minuúculo ser, cada hoja se va despidiendo mostrando sus mejores galas..asi cae del árbol de la vida que queda de pie, haciendo su tarea..
Hasta que ...alguna contingencia del mundo o su propia naturaleza le diga basta...al propio árbol..
De chica, el arbol fue compañero de juegos, nada como su tronco rugoso desataba en mis ojos de niña,mil posibilidades de juego..
Ahora me siguen acompañando, fieles testigos de este breve y fugaz paso por la Tierra, me hablan de la posibilidad infinita que tenemos hasta de decir adiós llenando el instante con nuestra luz infinita, alumibrando el paso de los que queremos verla...
Lentamente en cada árbol, hay reflejos dorados y ocres..
Es como que cada minuúculo ser, cada hoja se va despidiendo mostrando sus mejores galas..asi cae del árbol de la vida que queda de pie, haciendo su tarea..
Hasta que ...alguna contingencia del mundo o su propia naturaleza le diga basta...al propio árbol..
De chica, el arbol fue compañero de juegos, nada como su tronco rugoso desataba en mis ojos de niña,mil posibilidades de juego..
Ahora me siguen acompañando, fieles testigos de este breve y fugaz paso por la Tierra, me hablan de la posibilidad infinita que tenemos hasta de decir adiós llenando el instante con nuestra luz infinita, alumibrando el paso de los que queremos verla...
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